DIC 142014 Detalló que dicha denuncia fue por aseverar que el juez Sexto de Primera instancia Penal Federal, Francisco Javier Bedolla Espino fue amenazado por el director de la Unidad Antisecuestro de la PGJE, Rodrigo González Martínez, así como sufriría un levantón el pasado 7 de noviembre del presente 2014 al no presentársele una orden de presentación para llevarlo a la dependencia estatal en cuestión. "Como parte de la averiguación o parte de las pruebas que yo presente ante la PGR fue una carta del juez que narra cómo se lo llevaron a la PGJE acusándolo de un supuesto secuestro y lo sacaron ante todo su juzgado, este es un documento que él le manda a Juan Antonio Magaña de la Mora y le narra los hechos de cómo se lo llevaron, pero hubo un aparato grande, yo lo supe porque me lo dijeron unas personas que trabajan en los juzgados, yo sabía que había habido algo, hoy tengo documentos y certificaciones", manifestó. Comentó que dicho funcionario del Poder Judicial estatal es quien lleva el caso de Camacho Garibo y la ex secretaria de Finanzas, Mirella Guzmán Rosas. Así como mostraría en rueda de prensa el documento en el que Bedolla Espino informó a la oficina del presidente del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad, Juan Antonio Magaña de la Mora, el pasado 12 de noviembre por estos hechos. Vázquez Alatorre dijo que no es la primera vez que Castillo Cervantes señala a alguien como delincuente y que al realizarse los procesos penales se han dado los reveces como el caso del ex autodefensa, Hipólito Mora, por lo cual dijo tener en sus manos expedientes de 300 personas que enfrentan dichas problemáticas. "Esto que está pasando con Desiderio pasó también y ustedes lo recuerdan, voz en cuello, del señor Alfredo Castillo en los noticieros de más alta audiencia del país dijo que Hipólito Mora era un asesino, dijo que Enrique Hernández era un asesino, han anunciado un montón de secuestradores, han detenido gente, tengo el expediente de más de 380 personas que tenían una vinculación con las autodefensas que fueron detenidos con trampas, los hacían irse a registrar armas, que ellos mismos les dieron, los detenían en La Mira, en Caleta de Campo como fue a Mireles", indicó. La legisladora local dijo tener temor por su seguridad personal, pero más que el miedo explicó que sus acciones son por una convicción personal de no dejar que siga dándose dichas acciones en el estado. |