SEP 152025 La acción fue encabezada por la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Subsecretaría de Investigación Especializada (SIE). Los agentes, tras semanas de labores de inteligencia, ubicaron al funcionario Luis Ángel "N" en la cabecera municipal. Durante su revisión, hallaron cartuchos útiles en su poder. Para evitar ser detenido, según el reporte oficial, intentó sobornar a los investigadores con dinero en efectivo. Pero la escena dio un giro inesperado. Tres hombres armados irrumpieron a bordo de una patrulla clonada con los colores y balizamientos de la Policía Municipal. Pretendían rescatar al secretario. No lo lograron. Los agentes de la SIE desarmaron y capturaron a los tres sujetos, identificados como Miguel Ángel "N", Alberto "N" y César Iván "N". El vehículo resultó ser robado. Con ello, el caso dejó de ser un operativo de rutina para convertirse en un escándalo político y criminal: el corazón del Gobierno Municipal implicado en actividades que el propio gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, calificó como una maniobra de manipulación mediática. "Detuvimos a esta célula delincuencial que estaba difundiendo videos. Yo lo dije desde un principio: no eran auténticos, se trataba de usurpaciones haciendo referencia a uno de nuestros pueblos indígenas", señaló Bedolla al confirmar la detención. El mandatario fue más allá: "Pues sí, es el secretario del Ayuntamiento de Jiquilpan. Se abrió también una investigación amplia en este tema para ver hasta dónde está inmiscuida la delincuencia organizada en dicho Ayuntamiento. Hay que decirlo como es: la investigación está abierta. No habrá impunidad". Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) por delitos federales, mientras que el fiscal estatal, Carlos Torres Piña, abrió carpetas de investigación por delitos del fuero común. El trasfondo es inquietante: videos que pretendían hablar a nombre de comunidades indígenas fueron en realidad una fabricación, una puesta en escena para sembrar miedo bajo la etiqueta de un falso "Ejército Purépecha". Ramírez Bedolla lo subrayó: "Las propias comunidades indígenas, ustedes saben, tenemos una excelente relación con los autogobiernos y con los cuatro pueblos originarios del estado. Todos dijeron que era una usurpación". La crónica de este episodio deja un doble mensaje, por un lado, el hallazgo de un Ayuntamiento penetrado por intereses criminales; por otro, la confirmación de que la narrativa del crimen organizado busca disfrazarse de causas comunitarias para ganar legitimidad. Esta vez, la farsa se derrumbó con el arresto de quienes la escribían desde la sombra del poder municipal. Y ahora, la pregunta ¿Habrá más detenciones de dicho Gobierno Municipal? |