NOV 302017 La enorme virtud que existe en este modelo de participación, señaló la legisladora, es que es arbitrio de quienes aspiren a una candidatura, la manera de acercarse a la ciudadanía en busca de respaldo, y será ésta la que determine desde un inicio si la aspiración tiene sustento, por lo que se esperaría un alto nivel de legitimidad en las candidaturas que se logren. Sin embargo, puntualizó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, las candidaturas independientes son sólo un analgésico al problema que rodea al ejercicio gubernamental, pues no resuelven de fondo la histórica falta de resultados en la solución de los problemas públicos. El principal problema es de eficacia, y en parte es por la falta de profesionalización del aparato burocrático, por las inercias indeseables de los déficits presupuestales, de los erróneos sistemas organizacionales y la falta de planeación estratégica y de largo plazo. Ante esto, las candidaturas independientes que han logrado y que logren espacios de gobierno, no pueden sacudirse tales problemas, sólo por ser independientes, y pronto la ciudadanía enfrentará el desencanto del independentismo electoral. A pesar de eso, la legisladora hizo un llamado a la ciudadanía para que se organice y logre la mayor cantidad de candidaturas posibles, pues es necesario generar al menos un escenario de competencia real a las candidaturas partidistas, duramente criticadas actualmente. Finalizó afirmando que mientras más ciudadanos se involucren en la actividad política de manera activa, el ejercicio gubernamental dejará de estar tan alejado de la ciudadanía, y eso en sí mismo ya es una ganancia democrática. |