| MAY 142025 Hay muy pocos jugadores que puedan presumir de contar en su banquillo con un antiguo No. 1 del ATP Rankings. Y mucho menos, que consigan discutirle las grandes cifras y marcas que registraron a lo largo de sus laureadas carreras. Sin embargo, con el paso de las temporadas, Carlos Alcaraz ha ido dando caza a los récords de su entrenador. El más reciente, este miércoles en el Internazionali BNL d'Italia. A sus 22 años recién cumplidos, el español se presentó en unas semifinales de un torneo ATP Masters 1000 por undécima vez en su carrera, tantas como las que firmó Juan Carlos Ferrero. Lo hizo, después de superar en una hora y 37 minutos al quinto favorito Jack Draper por 6-4, 6-4, en cuartos de final de Roma. "Estoy muy contento de la manera en la que he empezado el partido, sabiendo cómo fue en Indian Wells, que fue muy difícil para mí lidiar con los nervios", reconoció Alcaraz. "Creo que hoy lo he afrontado de otra manera, de lo cual estoy muy orgulloso". "Sobre todo, el juego que he hecho, con muchísima confianza durante todo el partido, jugando con los golpes y con las cosas que me gusta jugar, sin darle mucha importancia al resultado que es lo que más me preocupaba", añadió sobre el análisis del encuentro. La tierra batida del Foro Itálico reunió en el Campo Centrale a los dos mejores jugadores de la temporada según la ATP Race to Turin. Y la balanza se decantó del lado del No. 1 del año, tal y como había ocurrido tres de las cinco veces anteriores que dictaba el Lexus ATP Head2Head (ahora 4-2 para el español). A pesar de que la rivalidad contaba con un buen puñado de capítulos, esta era la primera vez que se medían en arcilla, chocando dos dinámicas positivas en la superficie frente a frente. Por un lado, el campeón en esta edición de Montecarlo; y, por otro, el reciente finalista en Madrid. La capital italiana estaba preparada para una batalla sin precedentes. El británico, que esta semana celebró 100 victorias en el ATP Tour, fue el primero en cuestionar el servicio de su rival. Con 3-2, 15/40 a su favor, convirtió su segunda oportunidad de quiebre para abrir una brecha inicial en el marcador. Desde la grada, Ferrero enviaba un importante mensaje a su pupilo: "Un poco más de presencia, que se te escuche un pelín más". Dicho y hecho. Alcaraz recuperó en blanco el break en contra y, lejos de conformarse, enlazó cuatro juegos consecutivos que le permitieron asegurarse la primera manga (6-4). |