| JUN 042025 El italiano escaló este miércoles hasta las semifinales de Roland Garros por segundo año consecutivo, apuntando al centro de la diana en el gran templo de la tierra batida. Con un juego endurecido como nunca en la superficie más lenta del circuito, el de San Cándido sigue acumulando velocidad con un único objetivo: ser uno de los principales aspirantes a la Copa de los Mosqueteros. En la penúltima ronda del torneo, donde un año atrás le detuvo Carlos Alcaraz, al que podría medir en la final del domingo, la posibilidad de sellar la candidatura en el refugio de su máximo adversario. El No. 1 del ATP Rankings se asomó un partido repleto de incógnitas, superando 6-1, 7-5, 6-0 al inmenso talento de Alexander Bublik. El kazajo, uno de los jugadores con mayor capacidad improvisativa del vestuario, aterrizó en sus primeros cuartos de final de Grand Slam totalmente renovado, reconciliado sobre una arcilla que siempre le fue esquiva. Un jugador hecho para los grandes escenarios, el No. 62 mundial se lanzó a una misión de altísima altura: intentar detener los pasos del primer cabeza de serie en la Court Philippe-Chatrier. "Nos habíamos enfrentado un par de veces, de alguna manera sabes qué esperar", dijo Sinner. "Por otro lado, ante él nunca sabes qué va a ocurrir. Merecía estar en los cuartos de final, ha derrotado a grandes rivales. He intentado mantener la concentración y jugar tan sólido como fuera posible, él puede tener algunos altibajos. Estoy tratando de sacar bien en momentos importantes y lo he conseguido". La valentía ante los grandes nombres había guiado el camino de Bublik en París, donde apartó al No. 5 Jack Draper y al No. 9 Alex de Miñaur como prueba de seguridad en sus propios tiros. Dos victorias Top 10 en Grand Slam, algo sin precedente en su carrera, eran el principal argumento al entrar en la cancha central de Roland Garros y un aval para soltar con fuerza la mano. Detener esa licencia al otro lado de la red fue el principal encargo en manos de Sinner, acostumbrado a responder con una marcha extra ante cualquier obstáculo. "Ante este tipo de jugador necesitas ser consistente. Si cometes muchos errores, es un partido en el que ambos sacamos bien y no habrá muchos intercambios. He intentado coger el ritmo en los peloteos", dijo Sinner. "Estoy contento por la manera en que he llegado a las semifinales. Las semifinales de un Grand Slam son algo muy especial, estoy deseando jugarlas". El triunfo de Sinner tuvo un impacto directo en la historia de los Grand Slam. El italiano aseguró este miércoles la novena racha individual masculina más amplia de la Era Abierta, tras coronar el US Open 2024, el Abierto de Australia 2025 y escalar a las semifinales en la presente edición de Roland Garros sin conocer la derrota. A un paso de firmar su tercera final consecutiva en un grande, algo solamente logrado por Novak Djokovic entre los tenistas en activo, el italiano sigue dejando retazos para el recuerdo en el vestuario. El italiano afronta el momento clave del torneo con una inercia histórica. Después de ganar sus últimos 19 partidos de Grand Slam, toda una prueba de evolución física, Sinner se batirá en las semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic o Alexander Zverev, dos de las figuras más estables en la arcilla de París. El tres veces campeón serbio y el vigente finalista alemán serán una prueba de fuego definitiva hacia una certeza: la capacidad de Jannik para competir un major lejos de la superficie dura. |