
| OCT 302015 Tal y como su nombre indica, la historia del Autódromo Hermanos Rodríguez está escrita a raíz de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez. Fue la la aparición del primero en 1961, conduciendo para Ferrari con solo 19 años, la que encendió la mecha, y en seguida surgió la idea de crear un circuito de cinco kilómetros en el parque público Magdalena Mixhuca en el este de Ciudad de México. Y, por otro lado, fue el éxito del segundo hermano a finales de esa década el que ayudó a construir un apoyo inquebrantable hacia el evento. Pero la historia de los hermanos Rodríguez también está marcada por la tragedia. Los planes para albergar una carrera de F1 en 1962 en el nuevo circuito no llegaron a buen puerto, aunque una cita no incluida en el Mundial se llevó a cabo y los equipos se reunieron en el trazado a finales del mes de octubre. Debido a que Ferrari no asistió, Ricardo Rodríguez tuvo que subirse a un Rob Walker Lotus 24, con el que tuvo un fuerte accidente en la clasificación y perdió la vida. Los aficionados mexicanos quedaron destrozados, pero pronto descubrieron un nuevo héroe en el hermano pequeño de Ricardo, Pedro. Establecido ya en el mundo de los coches deportivos a nivel internacional, Pedro sumó su segunda carrera en F1 en el Gran Premio de México de 1963. El pequeño de los Rodríguez estuvo rodando entre los diez primeros hasta que un problema de suspensiones le obligó a retirarse. La victoria se la llevó Jim Clark, que lideró cada vuelta y ganó con casi dos minutos de ventaja. El año siguiente hubo mucha emoción, ya que México, que albergaba ahora la ronda final del Mundial, daba la bienvenida a una lucha a tres bandas por el título, que al final se quedó en manos de John Surtees tras una carrera llena de tensión y drama. El piloto británico se convirtió en el primero y, hasta ahora el único, en ganar un Mundial en dos y cuatro ruedas. Más adelante, México daría la bienvenida a la ronda final tradicional a finales de los 60, pero mientras que Pedro sumó una increíble victoria en 1967, el éxito en casa siguió quedando pendiente, ya que Richie Ginther, Surtees, Clark, Graham Hill, Denny Hulme y Jacky Ickx triunfaron hasta llegado el año 1970. El triunfo del último de ellos también fue el de la última carrera disputada en México durante más de una década. Dos años más tarde, Pedro perdería la vida en una carrera de coches deportivos en Alemania. No fue hasta 1986 cuando la F1 volvió a México. A manos de José y Julián Abed, el circuito fue reformado y ligeramente revisado, y se modificó el perfil de la primera curva y se acortó la zona de la horquilla. Sin embargo, siguió siendo un gran circuito lleno de retos, y no solamente por su última curva, Peraltada. La elevada altitud siguió dando pie a muchas exigencias para los motores, mientras que la ruda superficie era dura de dominar, y se convirtió en un problema creciente durante el transcurso de los años. De no haber sorpresa a última hora, las previsiones para este fin de semana son mucho mejores que las que tuvimos en Austin hace apenas una semana. La temperatura ambiente no pasará de los 22ºC y la lluvia podría aparecer alguna tormenta ligera o chubascos a lo largo de las tres jornadas de actividad en la pista. No obstante, no se espera que la situación llegue a los extremos de la semana pasada, por lo que no se prevee que ninguna sesión se cancele. Poco han cambiado las apuestas en una semana y, con un título mundial más en su bolsillo, Lewis Hamilton no hace más que ganar adeptos en las casas de juego y se coloca de nuevo en cabeza para llevarse la pole del sábado y la victoria del domingo. Por detrás le sigue su compañero de equipo, Nico Rosberg, que ve cómo los de Ferrari le pisan los talones. Al comienzo de año, los de Maranello no estaban siempre como segunda opción, pero desde el parón veraniego, los italianos se han convertido en la clara amenaza de los de Brackley |