| DIC 012018 Los primeros 25 minutos de España fueron realmente buenos: controló el balón a voluntad, lo manejó con criterio y anotó dos muy bonitos goles, ambos por cortesía de Pina. El primero, tras una asistencia de Salma; el segundo, gracias a un centro atrás de Navarro. A México le faltaba juego, pero le sobraba ganas. Y en una pelota parada, Denise Castro acortó la distancias. Las españolas no tardaron en recuperar el control, pero ni Pina ni Navarro aprovecharon situaciones claras, y el 2-1 se mantuvo hasta el descanso. La Rojita siguió dictando el ritmo del juego en el complemento, pero con menos profundidad. México, en cambio, atacaba por espasmos. En ese contexto, apenas si se inquietaron mutuamente hasta el final, cuando las mexicanas merodearon el empate con un par de balones parados, pero sin suerte, desatando el interminable festejo de las españolas. |
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