
DIC 232014 Estudiosos y religiosos coinciden en que el crecimiento del estado, la globalización y la secularización debilitaron los primeros tres pilares, excepto la reunión familiar, núcleo en el que el festejo está más arraigado. En diferentes pueblos y colonias se llevaban a cabo posadas donde los peregrinos transitaban de una casa a otra, rezaban el rosario y cantaban letanías. La superficialidad con la que hoy se vive la Navidad está relacionada con una crisis de valores: "Si no tenemos muy claro lo que hay detrás de la Navidad, entonces lo que buscamos es llenarla con algún elemento que fácilmente encuentra uno en una tienda". Para el cronista Juan Toscano García de Quevedo, la Navidad se convirtió en un festejo en el que impera el sentido mercadológico. "Eso tiene mucho que ver con la transformación del entorno social y de las influencias internacionales. Esta Navidad que estamos viviendo ahora es de tipo globalizado. Vemos tradiciones que las hacen todas las familias, tradiciones que no son de nosotros: el árbol de Navidad, las coronas de adviento. Han ido llegando a través de esa influencia y de esa relación globalizada con el resto del mundo". El padre Tomás de Híjar destacó que, si bien en los ambientes sociales y familiares las posadas han perdido la connotación religiosa, también han conservado su esencia, que es el encuentro y la convivencia con los otros. |