ENE 302014 Es falso que Fidel Calderón Torreblanca, quien pide estímulos fiscales al sector comercio y empresarial, esté preocupado por la suerte de los comerciantes y empresarios de la entidad, cuando lo que realmente le preocupa es la construcción de su propia candidatura al Gobierno del Estado. Es una contradicción y un acto de cinismo reprobable, que este legislador local intente sorprender a la sociedad y a los empresarios del estado, presentándose como quien aboga por ellos y como su salvador, cuando fue el gobierno perredista al que él sirvió el que profundizó la crisis de seguridad pública que padece Michoacán desde 2002. Es un acto de falsedad de Fidel Calderón Torreblanca, el pretender estímulos fiscales a los comerciantes y empresarios afectados por la delincuencia organizada, cuando fue en los gobiernos locales que encabezó su partido donde los delitos de extorsión, pago de derecho de piso, secuestro y delincuencia organizada se incrementaron de forma por demás alarmante. Los michoacanos bien nacidos y la gente de bien en la entidad, tienen derecho a saber que lo que realmente preocupa al legislador local es la construcción de una imagen a modo, para poder aspirar en los meses que vienen a la gubernatura del estado, por las siglas de un partido como el PRD, del que todos los michoacanos saben en qué condiciones dejó el tejido social y en qué condiciones tan maltrechas dejó las finanzas públicas de la entidad. En consecuencia, el diputado Calderón Torreblanca no sólo carece de autoridad política y moral al pretender encabezar inquietudes empresariales, sino que su propio pasado y su presente lo descalifican como posible aspirante al Solio de Ocampo. |