SEP 152013 "Para muchos es bonito Michoacán y Morelia, bien, sin embargo, para nosotros nunca será igual, a nosotros se nos fue todo para abajo", comentó la señora Rita Alvarado Trejo, quien acudía por primera vez al grito de Independencia acompañada de sus hijos y su esposo, éste último era comerciante y ahora anda en bastón, mientras que uno de sus hijos perdió un dedo; a la fecha, todos reciben apoyo psicológico. "¿Con eso se cubre todos los que fallecieron y las personas dañadas? Sabemos que desde un principio quisieron tapar las cosas, querían limpiarse de una manera u otra, no se trata de un accidente automovilístico, se trata de un atentado", señaló la señora Guadalupe Hernández, quien fue afectada directa de los atentados. "Andamos así como estamos enfermos, tenemos que luchar para buscar otro dinerito extra, tengo yo todavía otra cirugía para el cuatro de diciembre", aseguró María Encarnación, quien estuvo a dos metros de donde cayó la granada en la Plaza Melchor Ocampo. Su esposo fue una de las víctimas más graves, quien tuvo que ser atendido en la Ciudad de México. La señora Encarnación mencionó que tienen que utilizar bastón, tanto ella como su esposo. Recuerda que durante la noche del grito cayó de espalda por lo que tiene problemas en la columna, que de no atenderse de manera adecuada la podrían dejar inválida. Así mismo, muchos de los familiares coincidieron en el apoyo de becas para los jóvenes afectados. Es de destacar que el apoyo varía, desde los mil 700 pesos quincenales hasta los 3 mil, los cuales son insuficientes toda vez que muchas de las víctimas ya no pueden trabajar y tienen que atender las enfermedades que surgieron de las secuelas del atentado. Las víctimas mencionaron tener miedo de que el gobierno les pueda quitar su pensión, que dejen de recibir el poyo apoyo que en la gran mayoría de las veces no es suficiente ante los gastos médicos a los que aún se enfrentan. "La gente que no lo vivió no lo va a comprender. No nos podemos recuperar porque emocionalmente; no estoy recuperada, porque si tú tienes una enfermedad que te incapacita tu familia no se puede recuperar", afirmó la señora Hernández, quien también resaltó que a cinco años de estos sucesos aún hay personas que se tienen que tratar médicamente e inclusive se tienen que someter a cirugías. A cinco años, solamente las flores quedan en el lugar en el que ocurrieron los atentados, sin presencia de autoridades estatales y con poca participación de las autoridades municipales, la mañana lluviosa de este domingo une a las víctimas y familiares de víctimas que año con año recuerdan estos hechos que, sin duda, cambiaron sus vidas y que marcó la historia de nuestro estado. "Tenemos que seguir adelante, porque es un día tradicional para nosotros todos, que sigan adelante, pero a nosotros se nos fue todo para abajo", concluyó la señora Rita. |
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