| JUN 012025 El No. 2 del ATP Rankings resistió en un reto absoluto para los reflejos, dominando 7-6(8), 6-3, 4-6, 6-4 la cruda propuesta de Ben Shelton, uno de los sacadores más temibles del vestuario. Con los amplios fondos de la Court Philippe-Chatrier como refugio, el español respondió a los duros golpes del estadounidense, capaz de desatar oleadas de fuerza en la superficie más lenta del circuito. Con una alegría de piernas ideal para la ocasión, el murciano consiguió el antídoto ante la potencia, desactivando el principal arma de su rival camino de la victoria. "Hoy he luchado contra mí mismo, contra mi mente", dijo Alcaraz. "He intentado mantener la calma. En ciertos momentos enloquecí, estaba enfadado conmigo mismo. Me decía cosas no muy buenas, pero me alegra no haber dejado que esos pensamientos me perjudicaran. He intentado permanecer tranquilo y continuar". Alcaraz necesitó sobrevivir en un partido sin oxígeno, con una bienvenida a la altura del escenario. El español mantuvo la mirada en una primera manga de corte plano, salvando tres puntos de set antes de atrapar un desempate no apto para cardíacos. Después, anulando seis pelotas de rotura en la apertura del segundo parcial, el vigente campeón redundó en una idea: si el partido pedía sufrimiento, ahí estaría él para afrontarlo. Pese a las dos mangas por recuperar, Shelton demostró que la concentración no sería un capítulo negociable sobre la arcilla. Con un ímpetu permanente, el estadounidense se entregó a la causa volcado al ataque, convirtiendo la pista en un paredón. Manotazos imparables le permitieron arrebatar dos roturas al vigente campeón, asegurando una tarde de emociones a flor de piel en la Court Philippe-Chatrier. Lejos de entrar en pánico, Alcaraz aceptó con frialdad otro partido estirado en París. Después de pisar la cuarta manga durante sus últimos dos partidos, el español volvió a bajar la mirada a la arcilla para encontrar la solución, sin importar el tiempo necesario para lograrlo. Una rotura en las faldas del parcial (2-1) le volvió a colocar con viento a favor, inercia que aprovechó para regresar a los cuartos de final con el cuerpo bien exigido. |