Vacaciones con propósito: Una inversión educativaErick Avilés, 20/12/2025
Morelia, Mich.
Formalmente ya inició un periodo de tres semanas de vacaciones para los estudiantes, periodo que, lejos de ser tiempo perdido, debe convertirse en una oportunidad estratégica para el aprendizaje. En un estado donde los desafíos educativos son profundos y urgentes, cada día cuenta. Máxime, porque hay estudios que exhiben a los periodos de asueto como los mayores generadores de brechas de desigualdad educativa entre los diferentes estratos socioeconómicos.
Michoacán enfrenta desafíos educativos profundos en 2025, con rezagos estructurales y oportunidades para mejorar el sistema. La realidad en las aulas y hogares michoacanos revela una historia muy compleja.
Los indicadores de cobertura, absorción y eficiencia terminal de Michoacán se encuentran en los últimos lugares a nivel nacional en niveles como educación secundaria, bachillerato, media superior y superior. Esta situación demanda que familias y comunidad educativa asuman un rol más activo.
El calendario oficial establece que las vacaciones de invierno iniciarán el 22 de diciembre de 2025 y concluirán el 7 de enero de 2026. Sin embargo, considerando los talleres docentes programados, el retorno efectivo será el 12 de enero de 2026. Son 20 días que pueden marcar una diferencia sustancial en el desarrollo académico de nuestros niños y jóvenes.
En un sistema educativo que ha enfrentado interrupciones recurrentes, incumplimientos del calendario escolar y ausencia de sistemas robustos de seguimiento y monitoreo, las familias no pueden permitirse desperdiciar ninguna oportunidad de aprendizaje. No se trata de convertir las vacaciones en una extensión tediosa de la escuela, sino de aprovechar el tiempo libre para reforzar conocimientos, desarrollar habilidades y, sobre todo, mantener activa la curiosidad intelectual de nuestros estudiantes.
Los datos son claros: el rezago educativo debe evaluarse en función de los aprendizajes reales, no solo de los años de escolaridad cursados. ¿Nuestros niños realmente saben leer y comprender un texto? ¿Pueden resolver problemas matemáticos cotidianos? ¿Han desarrollado pensamiento crítico? Las vacaciones son el momento ideal para identificar y atender estas áreas de oportunidad.
Pensemos en actividades diseñadas específicamente para las familias michoacanas, considerando nuestra realidad socioeconómica, cultural y las necesidades de educación básica. A continuación, se proponen algunas:
1. Biblioteca familiar rotativa. Establecer un "intercambio de libros" entre vecinos y familiares. Cada niño lee un libro y luego lo intercambia, generando conversaciones sobre lo leído. Pueden usar libros de la biblioteca escolar que les permitan llevar a casa o crear su propia colección con materiales donados. También, pueden ser revistas.
2. Diario vacacional. Pedir a los niños que escriban cada día sobre lo que hicieron, aprendieron o sintieron. Para los más pequeños, pueden dibujar y dictar a un adulto. Esta práctica mejora la redacción, ortografía y expresión personal.
3. Cartas a familiares. Aprovechar las fiestas para escribir cartas reales, no mensajes digitales , a abuelos, tíos o primos que viven en otros lugares, o para intercambiarse en la cena de Nochebuena o Año Nuevo. Esto practica la escritura formal y fortalece lazos familiares.
4. Cuentacuentos familiar. Organizar sesiones donde cada miembro de la familia narra historias, ya sean tradicionales michoacanas, anécdotas personales o cuentos inventados. Esto desarrolla habilidades orales y preserva tradiciones.
5. Cocinero matemático. Involucrar a los niños en la cocina, especialmente en las preparaciones navideñas típicas. Medir ingredientes, calcular porciones, ajustar recetas para más o menos personas, todo esto refuerza fracciones, proporciones y aritmética básica.
6. Administrador del presupuesto familiar. Permitir que los niños mayores ayuden a planificar compras navideñas con un presupuesto limitado. Comparar precios, calcular descuentos, priorizar necesidades vs. deseos, todo ello enseña matemáticas aplicadas y educación financiera.
7. Juegos de mesa estratégicos. Dedicar tiempo a juegos como dominó, ajedrez, damas chinas, o juegos de cartas tradicionales. Estos desarrollan pensamiento lógico-matemático, estrategia y concentración.
8. Geometría en la práctica. Durante las decoraciones navideñas, explorar formas geométricas: cortar papel en diferentes figuras, calcular cuánto listón se necesita para envolver regalos, medir espacios para decoraciones.
9. Observatorio astronómico casero. Las noches de diciembre y enero son propicias para observar el cielo. Identificar constelaciones, planetas visibles y la Luna. Pueden usar aplicaciones gratuitas de astronomía o mapas estelares impresos.
10. Huerto familiar de invierno. Iniciar un pequeño huerto con plantas que crecen en invierno como cilantro, perejil, rábanos o lechugas. Los niños aprenden sobre ciclos de vida, responsabilidad y alimentación saludable.
11. Experimentos científicos caseros. Realizar experimentos simples con materiales del hogar: volcanes de bicarbonato, densidad de líquidos, germinación de semillas. YouTube ofrece miles de tutoriales gratuitos adaptados a cada edad.
12. Documentalista de la naturaleza. Salir a parques o áreas naturales cercanas para observar, fotografiar o dibujar plantas, insectos y animales. Luego investigar sobre lo observado y crear un "cuaderno de naturalista".
13. Historiador familiar. Aprovechar las reuniones familiares para que abuelos y tíos compartan historias de la familia, de Michoacán, de épocas pasadas. Grabar estas conversaciones o que los niños tomen notas crea un archivo histórico familiar.
14. Tour cultural michoacano. Visitar museos locales, plazas históricas, mercados tradicionales, templos o sitios arqueológicos de Michoacán. Muchos tienen entrada gratuita o muy económica. Antes de ir, investigar sobre el lugar para aprovechar mejor la visita.
15. Celebraciones tradicionales documentadas. Participar activamente en posadas, pastorelas, o tradiciones del Día de Reyes, pero con una perspectiva educativa: investigar el origen de estas tradiciones, su significado, cómo se celebran en diferentes regiones de Michoacán.
16. Valores cívicos en acción. Realizar al menos una actividad de servicio comunitario: limpiar un parque, visitar un asilo, apoyar a vecinos necesitados. Después reflexionar sobre la importancia de la participación ciudadana y el bien común.
17. Programador junior. Introducir a los niños a la programación básica con plataformas gratuitas como Scratch, Code.org o Khan Academy. Incluso 30 minutos diarios desarrollan pensamiento computacional y creatividad digital. Por supuesto, la IA puede ser de gran utilidad.
18. Productor de contenido educativo. Que los niños creen videos, podcasts o presentaciones sobre temas que les interesen: su deporte favorito, un animal, un personaje histórico. Esto desarrolla habilidades de investigación, organización de información y comunicación.
19. Taller artístico familiar. Dedicar tiempo a actividades artísticas: pintura, escultura con materiales reciclados, música con instrumentos improvisados, teatro familiar. El arte desarrolla expresión emocional, creatividad y habilidades motrices.
20. Museo casero. Crear una "exposición" en casa donde cada niño presente algo que investigó, creó o aprendió durante las vacaciones. Invitar a familia y amigos para la "inauguración". Esto practica presentación oral, organización y síntesis de información.
Se sabe que muchas familias michoacanas enfrentan limitaciones económicas. Por eso, las actividades propuestas están diseñadas para realizarse con recursos mínimos o gratuitos. Lo que se requiere es tiempo, intención educativa y participación familiar. Y claro, son más bien una provocación para que usted, amable lector, diseñe las actividades que mejor considere.
Para familias donde ambos padres trabajan o hay un solo responsable del hogar, las actividades pueden adaptarse para fines de semana o involucrando a hermanos mayores, abuelos o vecinos de confianza. La idea es crear una "red de apoyo educativo" comunitaria.
En Michoacán, donde se requieren mejoras en cobertura educativa, infraestructura, equipamiento y transparencia, considerando el interés superior de las generaciones en formación, las familias deben convertirse en aliadas activas del proceso educativo.
Estas tres semanas de vacaciones son una oportunidad para que nuestros niños y jóvenes no solo descansen, sino que refuercen aprendizajes, desarrollen nuevas habilidades y, sobre todo, descubran que el conocimiento está en todas partes, no solo entre las paredes de un salón de clases.
El 12 de enero de 2026, cuando regresen a las aulas, los hijos de Michoacán pueden llegar no solo descansados, sino también enriquecidos intelectualmente, con experiencias significativas que complementen su educación formal. Esto no solo beneficiará su rendimiento académico individual, sino que contribuirá al fortalecimiento general del sistema educativo michoacano.
La transformación educativa que Michoacán necesita no vendrá solo de arriba hacia abajo, de políticas y presupuestos. Vendrá también de abajo hacia arriba, de familias comprometidas que entienden que cada día, cada conversación y cada actividad compartida pueden ser una oportunidad de aprendizaje, más allá de la responsabilidad gubernamental.
Aprovechemos estas vacaciones. Michoacán y sus niños lo merecen. Las vacaciones deben ser entendidas como una pausa del sistema educativo, no del aprendizaje.
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Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.